PHOENIX — La Cuaresma empieza temprano este 2024, el 14 de febrero es el Miércoles de Ceniza, día en que los feligreses asisten a la iglesia para la imposición de las cenizas.
¿Qué significa el Miércoles de Cenizas y cómo vivirlo en su totalidad?
El Padre José Román Flecha, sacerdote retirado, escritor, colaborador y fundador de la estación de Radio católica EnFamilia, explica que hay varios puntos que son importantes para empezar la Cuaresma, en referencia a los 40 días que Jesús pasó en el desierto en ayuno y oración.
- Preparación: Con el rito de la imposición de la ceniza iniciamos el camino cuaresmal. En la vida ordinaria primero encendemos el fuego. Y de él proviene la ceniza. Pero la liturgia cuaresmal nos propone exactamente el camino contrario. Comenzamos valorando nuestra vida como un poco de ceniza para terminar iluminados por el fuego nuevo de Cristo, que se enciende en la celebración de la Pascua. Según San Juan de Ávila, recibes la ceniza "porque no puedes hacer penitencia si eres fantástico, elevado y altivoso”.
- Lectura: La lectura del texto del profeta Joel nos invita a la conversión. La conversión no puede ser solamente un cambio cuantitativo. No se trata de disminuir el número de nuestros pecados, sino de emprender un camino de santidad y de justicia. En contra de lo que solemos pensar, nuestro pecado no nos hace más grandes ni más libres. Al contrario, nos envilece y nos esclaviza. Así que abandonar nuestro pecado y convertirnos a Dios es el primer paso para entrar en la verdadera libertad.
- Meditación: La vida del hombre se realiza sobre tres relaciones: con lo otro, con los otros y con el absolutamente Otro que es Dios. 1. El “ayuno” nos lleva a reformar nuestra relación con las cosas, ejerciendo el señorío sobre ellas. La “limosna” nos lleva a modificar nuestra relación con los demás, viviendo en sincera fraternidad. La “oración” nos lleva a profundizar nuestra relación con Dios, por medio de la oración.
2. Pues bien, la Cuaresma nos invita a vivir esa triple relación con absoluta y humilde sinceridad. Jesús nos pide que practiquemos en secreto tanto el ayuno, como la limosna y la oración. Si con esas prácticas pretendemos conseguir fama y honores, estamos usurpando el puesto de Dios. La vanagloria es un pecado contra la verdadera religión. Es una ofensa a la verdad de nuestra vida. Oración: Padre de los cielos, tú ves en lo escondido de nuestro corazón, como nos lo ha recordado Jesús. No tengas en cuenta nuestra pretensión de alcanzar honores por medio de las prácticas religiosas. Siguiendo el camino de Jesús, trataremos de reconocer nuestra verdad.
Contemplación: Todos somos muy dados a contemplarnos a nosotros mismos. En este tiempo de Cuaresma la liturgia nos invita a contemplar a Jesús. Él es nuestro Salvador. Pero Él no ha querido salvarnos contra nuestra voluntad. Contemplamos cómo Él camina hacia la cruz y pone su voluntad en las manos del Padre. Al imponernos la ceniza en este día, se nos recuerdan las primeras palabras del mensaje de Jesús: “Convertíos y creed en el Evangelio”. Esa exhortación nos exige mirar a Jesús y tratar de seguirle.
Acción: La Iglesia nos pide guardar ayuno y abstinencia de carnes en este Miércoles de Ceniza. Un himno litúrgico nos sugiere otras formas de ayuno: de palabras, de juicios, de distracciones. Será bueno pensar de qué podemos prescindir durante esta Cuaresma para dedicarnos con mayor interés a la escucha de la palabra de Dios.
Estas son las lecturas del Miércoles de Ceniza a las que puede hacer referencia:
Joel 2,12-18: Volveos a mí de todo corazón
2 Corintios 5,20-6,2: Somos embajadores de Cristo
Mateo 6,1-6.16-18: Ora en secreto a tu Padre
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “No practiquéis vuestra religión delante de los demás solo para que os vean. Si hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el cielo. Por tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los elogie. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu más íntimo amigo. Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. Cuando ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan aflicción para que la gente vea que están ayunando. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando. Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo, y él te dará tu recompensa”.
Usted puede encontrar más sobre la Cuaresma o el Viacrucis en el libro del Padre José Román Flecha De la Cruz a la Luz.
Escrito compartido a 12News en Español por el Parde José Román Flecha.
